ENCUENTRA TU EQUILIBRIO
EN QUÉ CONSISTE
Dos palabras definen la osteopatía: tacto y sensibilidad. Además, la Osteopatía es filosofía, ciencia y arte; y una terapéutica manual cuya finalidad, partiendo de una escucha y un enfoque global, es restaurar en la persona las movilidades tisulares y el equilibrio funcional estimulando sus fuerzas auto-curativas naturales.
Su filosofía esgrime el concepto de la unidad de la estructura y función del organismo vivo en la salud y en la enfermedad.
Exige una idoneidad especial, un profundo conocimiento del cuerpo humano y de las interacciones entre sus distintos sistemas.
El Osteópata percibe los bloqueos del organismo, colabora en su liberación y hace que los tejidos recuperen su equilibrio, activando la capacidad de autocuración del cuerpo. Su intervencion siempre está perfectamente dosificada. Es la búsqueda del gesto mínimo indispensable y benefactor.
Lo que caracteriza el estado de salud de un organismo humano es el equilibrio entre todos los elementos que componen su estructura y todos los que componen sus funciones. Uno de los principios básicos de la Osteopatía es que la primera manifestación de la vida es el movimiento. Uno de sus objetivos esenciales es pues, restaurar las movilidades necesarias a la vida de la persona con buena salud para restablecer los equilibrios perturbados en todos los planos funcionales del cuerpo humano.
La Osteopatía es pues un acercamiento a la persona como ejemplar único. A través de las manos del osteópata se buscarán los desequilibrios psicofisiológicos.
La meta final de la Osteopatía es permitir que el paciente se armonice en los cinco modelos de estructura-función: neurológico, vascular-respiratorio, biomecánico, biopsicosocial y bioenergético